En busca de trabajo

El hijo de Diego Fernández de Ceballos termina el bachillerato y no tiene ganas de estudiar nada.
-¿Ah? ¿No quieres estudiar cabrón? Bueno, yo no mantengo vagos, así que vas a trabajar. ¿Estamos?
El padre, trata de conseguirle un empleo y habla con uno de sus compañeros de partido que están en este momento en el gabinete, y le dice:

-Martínez, ¿Te acuerdas de mi hijo? Bueno, pues fíjate que terminó el bachillerato y no quiere estudiar el pinche muchacho ahorita. Si puedes, necesitaría ya un puesto como para que empiece a trabajar, mientras decide si va a seguir una carrera... El asunto es que haga algo y no vague ni pase en la casa haciendo nada, y así a ver si se compone y hace algo de provecho. ¿Me entiendes?

A los tres días llama Martínez:

-Diego, ya está. Asesor de Felipe Calderón. Unos $90.000 al mes. ¡Belleza Verdad!

-No, ¡no chingues, Martínez! Es una locura!, Recién empieza. Tiene que comenzar de abajo y, con mucho dinero, se va a poner peor. A los dos días, de nuevo:

-Diego, ya lo tengo. Le conseguí un cargo de Asistente Privado de Santiago Creel. El sueldo es más modesto, de $40,000 al mes...

-¡No, Martínez!, ¡Acaba de salir de la prepa! No quiero que la vida se le haga tan fácil de entrada. Quiero que sienta la necesidad de estudiar. ¿Me entiendes?
Al otro día:

-Diego, ahora sí... Jefe de compras en la Delegación de la Secretaría de Comunicaciones, ya está, claro que el sueldo se va muy abajo... Serán $30,000, nada más.
-Pero Martínez, ¡por favor!, Consígueme algo más modesto. Va empezando... Algo de unos $5,000 ó $ 6,000.

-No, eso es imposible, Diego.

-¿Por qué?

-Porque esos cargos son por concurso, necesita: currículum, inglés, francés, título Universitario, haber hecho por lo menos una maestría o un post-grado en el extranjero, haber hecho méritos, estar afiliado a un sindicato... Antecedentes... Y por supuesto, experiencia previa. Está cabrón, Diego, está cabrón. Trabajos así no se encuentran fácilmente....

No le entendi... Sera porque me resulta un tanto familiar?